En Age of Content cuestionamos nuestra relación física y emocional con la abundancia de contenido y realidades simultáneas que caracterizan el mundo de hoy. En esta exploración de diferentes realidades, los cuerpos se mueven en busca de nuevos horizontes.

La coreografía nos lleva a un paseo a través de un fresco de paradigmas, atravesados ​​y perforados ​​por cuerpos que, enfrentándose entre sí, inician un violento ataque de lucha y amenaza, de deseo y amor.

Nuestros mundos virtuales ya no son una simple representación de la Realidad, tienen una existencia propia y autónoma que influye directamente en la forma en que nos movemos y nos comunicamos. Por su multiplicidad tejen una infinidad de realidades y narraciones. De esta forma, están formando un multiverso donde los principios de tiempo-tiempo y espacio están completamente deconstruidos, y en el que existimos de múltiples formas.

En esta era, donde el contenido se vuelve cada vez más importante, los límites entre lo real y lo simulado se desdibujan. Esto conduce a un fenómeno único en la historia de la representación: una inversión de códigos. Porque, ¿los avatares son solo un reflejo de nuestros cuerpos? ¿O nos impulsan nuestras múltiples identidades virtuales?

(LA) HORDE)/ Ballet National de Marseille

Desde 2013, (LA)HORDE reúne a los artistas Marine Brutti, Jonathan Debrouwer y Arthur Harel. Este colectivo de coreógrafos y artistas visuales, que asumió la dirección del Ballet nacional de Marsella en 2019, siempre ha desarrollado un proyecto de colaboración con varias comunidades onlinev que ha dado lugar a varias creaciones multidisciplinares y transcomunitarias.

A través de películas y performances (Novaciéries, 2015; The Master’s Tools, 2017; Cultes, 2019 ; Ghosts, 2021), y piezas coreográficas (Night Owl, 2016 ; To Da Bone, 2017; Marry Me in Bassiani, 2019; Room With A View, 2020), (LA)HORDE interroga el componente político de la danza y cartografía diversas formas coreográficas de levantamiento popular, transitando de las raves a las danzas tradicionales, así como el jumpstyle.

Su exploración de las nuevas dinámicas de circulación y representación de la danza y el cuerpo que se desarrollan en línea les llevó a trabajar sobre el concepto de «danzas post-internet». Al diversificar los formatos, (LA)HORDE cuestiona la serendipia casi infinita que proporciona este nuevo territorio y propone múltiples perspectivas sobre los levantamientos de las comunidades con las que trabajan de forma heterárquica.

©Gaëlle Astier Perret