La obra narra la detención de Juana de Arco por los ingleses. Mientras se acerca su juicio y ejecución, atada a la hoguera, recuerda los episodios más importantes de su vida.

Esta nueva coproducción del Teatro Real y la Ópera de Fráncfort reúne a Marion Cotillard, que aparecerá en escena junto al actor Sébastien Dutrieux (Padre Dominique), las sopranos Sylvia Schwartz (La Vierge) y Elena Copons (Marguerite), la mezzosoprano Enkelejda Shkoza (Catalina), el tenor Charles Workman (Porcus), el bajo-barítono Torben Jügens (Heraldo), con el Coro y la Orquesta del Teatro Real y los Pequeños Cantores de la JORCAM.

La velada se abre con el estreno del prólogo La Damoiselle Élue (La Dama Elegida), del compositor francés Claude Debussy (1862-1918) sobre libreto de Dante Gabriel Rossetti. Esta obra habla de una joven fallecida que lamenta la ausencia de su amado en el cielo, mientras él cree sentir su presencia.

El oratorio de Honegger, cuyo estreno en España en 1954,  en el Liceu de Barcelona, contó con Ingrid Bergman como Juana de Arco y Roberto Rossellini en la dirección de escena, necesita una gran actriz como protagonista, ya que su actuación vertebra toda esta obra inclasificable, tanto desde el punto de vista formal como musical.

Sobre el brutal, fantasmal y simbólico ‘poema escénico’ de Paul Claudel, Honegger creó una partitura que es un mosaico ecléctico de influencias, del contrapunto al jazz, del folclore a las ondas martenot, con una orquestación muy rica y original al servicio de una dramaturgia que reivindica el patriotismo, la justicia y la libertad.

Nacida el 30 de septiembre de 1975, Marion Cotillard comenzó su carrera en los años 90, interpretando el papel de Lily Bertineau en las películas Taxi, dirigidas por Luc Besson. Este papel la dio a conocer al público y la actriz cosechó una serie de éxitos: en 2004 ganó el César a la mejor actriz de reparto en la película Un long dimanche de fiançailles, de Jean-Pierre Jeunet. Pero fue en 2008 que Marion Cotillard se convirtió en una estrella internacional gracias a su papel en «La Môme» de Olivier Dahan, que le valió un César, un Oscar, un BAFTA y un Globo de Oro. Es la única francesa con un papel en francés que ha sido nombrada «Mejor Actriz» en los Oscar. Luego pasó a actuar para los más grandes directores, como Christopher Nolan, los hermanos Dardenne, Woody Allen y Ridley Scott.