Tras casarse en Caracas con Vittorio, Nelly, abrumada por las dudas, se escapa. Mientras Vittorio la busca, ella conoce a Martin, un francés de mediana edad, y le pide ayuda. Él la lleva hasta el aeropuerto y le da dinero para que coja un vuelo a París. Cuando Martin cree que ya la tranquilidad y la calma han vuelto a su vida, resulta que Nelly ha vuelto.

El director y guionista de cine francés Jean-Paul Rappeneau se dio a conocer con su adaptación al cine de Cyrano de Bergerac de Edmond Rostand. Es un director muy concienzudo que desaparece durante varios años entre cada proyecto. 

Comenzó a trabajar en la industria cinematográfica como asistente, colaborando en los cortometrajes de Edouard Molinaro, luego probó suerte como guionista. En 1959, coescribió el guión de Arsene Lupin de Yves Robert. Su talento se confirmó en sus colaboraciones con Louis Malle: Zazie dans le métro, basada en Raymond Queneau, en 1960, y Vie privée en 1961. En 1964, coescribió el guión de L’homme de Rio de Philippe de Broca. Tras escribir para otros, Jean-Paul Rappeneau se dedicó a su primera película como director y guionista. La vie de château ganó el Premio Louis-Delluc en 1966. Pese al gran éxito de público y crítica, Rappeneau estuvo ausente de la pantalla durante cinco años. En 1971, volvió con Les Maries de l’an II, seguida de las aventuras de Mi hombre es un salvaje (Le sauvage), interpretado por Yves Montand. La película fue un éxito de público y crítica. Perfeccionista, el cineasta suele preparar sus proyectos durante mucho tiempo, lo que explica los largos períodos de ausencia que marcan su carrera. En 1990, Jean-Paul Rappeneau creó el evento con Cyrano de Bergerac, una adaptación de la obra de Edmond Rostand que fue aclamada por la crítica. En 1995, dirigió Le Hussard sur le toit y finalmente, en 2003, se estrenó Bon voyage. La película contó con un guión de Patrick Modiano y un reparto de primer nivel.