Esta surrealista y psicodélica cinta de animación trata sobre un futuro lejano donde los Draags, gigantes con aspecto de humanoides, capturan a los seres humanos para llevarlos desde la Tierra hasta su planeta Ygam. Los consideran animales, inferiores en tamaño y en inteligencia, utilizándolos como mascotas domésticas. Pero un humano conseguirá escapar…

René Laloux ejerció diversas profesiones antes de convertirse en cineasta. Pintor, profesor en la clínica psiquiátrica Cour Cheverny y titiritero, empezó a trabajar en la animación en 1964 con su fiel cómplice, el ilustrador francés, Roland Topor. Su fructífera colaboración produjo dos cortometrajes –Les Temps morts y Les Escargots-, así como La Planète sauvage, que obtuvo el Premio Especial del Festival de Cannes en 1973.Tras crear un estudio en Angers para realizar un largometraje basado en dibujos de Caza, volvió a la ciencia ficción y adaptó otra novela de Stefan Wul, L’Orphelin de Perdide, en colaboración con Moebius. Titulada Les Maîtres du temps (1982), esta película fue seguida en 1988 por Gandahar, una historia en la que un monstruo resucita a un pueblo extraterrestre. René Laloux se trasladó después a Angoulême para dirigir el Laboratorio de Imagen Digital hasta 1999, año en que se jubiló.