Se cumplen exactamente 80 años del clásico más épico de la historia del cine, que se estrenó en el Loew’s Grand Theatre de Atlanta el 15 de diciembre de 1939. Fue el clímax de tres días de festividades organizadas por el alcalde de la ciudad, William B. Hartsfield, que incluían un desfile de carruajes con protagonistas de la película, recepciones, miles de banderas Confederadas y hasta un baile de disfraces. Eurith D. Rivers, el gobernador de Georgia, declaró el 15 de diciembre como día festivo en el estado. Unos 300.000 residentes y visitantes se agolparon a lo largo de las calles de Atlanta para ver el desfile de carruajes con las estrellas de la película desde el aeropuerto. Años después, el presidente Jimmy Carter calificó el estreno de la película como “el mayor acontecimiento en el sur de toda mi vida”.

No había duda, Lo que el viento se llevó era la mejor película jamás rodada. Y lo sigue siento hasta nuestros días, en su 80 aniversario. El enorme y multi-generacional éxito de esta descomunal producción tiene una simple explicación: pocas películas están mejor contadas técnica y artísticamente y, sobre todo, cautivan con una historia tan arrebatadora y repleta de amor, odio, amistad, aventuras, guerra…