“La única manera de entender algunas cosas es ponerlas por escrito”. En el sobrecogedor El colgajo (Anagrama, 2019), el periodista y escritor Philippe Lançon arranca de este postulado para esclarecer las zonas de sombra del dramático atentado del 7 de enero 2015 en los despachos de Charlie Hebdo. Sin embargo, no es más que un punto de partida.

El colgajo no es un ensayo sobre la violencia, y menos aún sobre terrorismo o islamismo. Todo lo contrario, se trata de un libro impregnado de una admirable delicadeza, que se esfuerza por sondear, sin culpabilidad, “la soledad de estar vivo”. Un libro apacible pero determinado, a imagen de su autor, pese a la omnipresencia del dolor físico y moral o de la angustia.

La obra sigue, de forma global, una estructura cronológica en la que el autor intercala miradas al pasado con proyecciones a futuro, dotando a la narración de densidad. Así logra dosificar los efectos, causar expectación para obligar al lector, al mismo tiempo, a la paciencia que se impone en este recorrido del “después”. Se trata, por lo tanto, de un acto de construcción literaria que se desarrolla en paralelo con la reconstrucción quirúrgica de su mandíbula -destrozada por una bala-, y la de su nueva vida después de aquella mañana.

Philippe Lançon no expresa ni odio, ni rabia hacia los autores del atentado en El colgajo. Cuatro años después de la masacre, el estado de ánimo del cronista literario de Charlie Hebdo sigue siendo el mismo: “No tengo ira, tengo tristeza. Una tristeza infinita por lo que ocurrió”.

Nacido en Francia en 1963, Philippe Lançon es novelista y periodista. Colaborador habitual en las páginas de cultura de Libération y cronista de Charlie Hebdo, ha recibido el Premio Hennessy de Periodismo Literario (2011) el Premio Jean-Luc Lagardèreal Periodista del Año (2013), y ha sido nombrado Chevalier de l’Ordre des Arts et des Lettres (2015). Es autor, entre otros, de los libros Les îles (JC Lattès, 2011) y L’Élan (Gallimard, 2013).

El colgajo, que ha vendido más de 300.000 ejemplares en Francia y se traducirá a una decena de idiomas, fue galardonado en 2018 con el Premio Femina, el Premio Especial Renaudot y el Premio Roger Caillois.