Programa de 13 cortometrajes de Alice Guy realizados entre 1898 y 1907. Es la primera cineasta de ficción de la historia del cine. Fue ella quien sugirió a Léon Gaumont que abandonara las vistas animadas simples para rodar pequeñas historias con guion. Se le confiere autorización para dirigir, hecho excepcional en una profesión reservada a los hombres. Hasta 1907, reinará sobre la producción de Gaumont como directora, directora artística, guionista, experimentando con falsificaciones y efectos especiales…

La primera directora cinematográfica del mundo, Alice Guy, nacida en Francia, entró en el negocio del cine en 1896 como secretaria en Gaumont, un fabricante de cámaras y proyectores que había comprado el invento a los hermanos Lumiere. Al año siguiente, Gaumont se convirtió en la primera compañía productora de películas del mundo, y Guy se convirtió en su primer director de cine. Impresionó tanto a la compañía con la producción (tenía un promedio de dos bobinas por semana) y la calidad de sus producciones que en 1905 fue nombrada directora de producción de la compañía, supervisando a los otros directores de la compañía.

Madeleine Beudet es muy infeliz en su matrimonio burgués con Monsieur Beudet. Huye de la realidad tocando el piano. Un día, Monsieur Beudet recibe entradas para ir a ver a Fausto, pero Madame Beudet se niega a acompañarlo. Sola en la casa familiar, con el piano bloqueado por su marido, intenta escapar de la realidad con la ayuda de su imaginación, pero los recuerdos de su marido se lo impiden y es entonces cuando su deseo de huir se convierte en un deseo de asesinato… Esta película se presenta a menudo como la primera película feminista verdadera.

Germaine Dulac fue directora, teórica, periodista y crítica de cine francesa. En 1905, inició su carrera periodística en una revista feminista y más tarde se interesó por el cine. Con su marido fundó una productora y dirigió algunas cintas comerciales antes de desplazarse hacia territorios impresionistas y surrealistas. Hoy es conocida por su película impresionista, La Souriante Madame Beudet (1923), y su experimento surrealista, La coquille et le clergyman (1928). Su carrera como realizadora se vio afectada por la aparición del cine sonoro y su última película como directora fue en 1934. La última década de su vida estuvo dedicada al cine documental, con su trabajo para los noticieros de Pathé y Gaumont.