Evento con traducción simultanea – Moderación Xavi Ayén

Con Inhumanos, Claudel sumerge al lector en un mundo de personajes que han perdido su humanidad, un reflejo de momentos cotidianos deformados y llevados al extremo. «He contemplado nuestro mundo y la forma de vida de mis contemporáneos y he tratado de mostrarles un espejo sin distorsionarlos», explica el autor.  

Se trata de un conjunto de narraciones breves, en las que el lector encontrará a un nefasto galerista que vende a precio de oro los cadáveres congelados de personas sin hogar, como si fueran esculturas dignas de contemplar; o a una familia deshumanizada que ameniza sus vacaciones con salidas en barco con el objetivo de hundir embarcaciones en las que viajan inmigrantes. Estas y otras funestas historias se entrecruzan a lo largo de 25 cuentos breves que abordan temas como la esclavitud, el canibalismo, el sexo y otras tantas cuestiones narradas desde situaciones inverosímiles.

La condición y la naturaleza humana son temas recurrentes en las novelas de Claudel, que trabaja desde la observación para construir universos que podrían ser un espejo del nuestro. «Siempre he sentido una gran atracción por los relatos que generan anticipación y las distopías», explica Claudel. De hecho, su obra ya ha ahondado en diversas ocasiones en lo imaginable, como demuestran algunos de los relatos de Les Petites Mécaniques o la novela La investigación. Para Claudel, Inhumanos encaja en esta línea: una exploración de lo posible.

«Mis libros nacen de la observación de la realidad, de la vida, de las mujeres y los hombres que conozco, de la situación actual del mundo. Me considero una especie de sismógrafo: sólo transcribo los temblores; no los de la tierra, sino de los seres que la habitan. Sus perturbaciones, sus miedos, sus deseos y sus fantasías». A pesar del miedo que suscitan algunos de los personajes de Inhumanos, el escritor francés nos invita a sumergirnos en la lectura desde la risa, ya que «uno de los componentes esenciales del libro es el humor». De hecho, «todas las historias contienen humor negro, un humor que hoy en día apenas se practica».